Librada Chaparro recuerda que desde muy pequeña, a los 14 años, aprendió a aserrar (cortar con una sierra la madera). Su padre le enseñó. "A pura hacha tumbábamos los árboles con mi papá y con un serrucho cortábamos las trozas", rememora.
Esta mujer de 76 años, que por tradición aserraba los árboles de los bosques del sur del departamento del Meta, decidió hacer un alto en el camino y comprometerse a trabajar en pro de la reforestación y restauración de los ecosistemas de su región.
"Mi consejo es que sigan el mismo camino que nosotros, que busquen otro medio para ganarse la vida, que acaben y entreguen las motosierras, y sigan sembrando árboles", afirmó doña Librada.
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Ella fue una de los 13 aserradores que en un acto simbólico adelantado en el muncipio de Puerto Concordia, entregó la motosierra con la que durante 62 años causó afectación a la naturaleza. A cambio recibió un árbol para sembrar.
Doña Librada, al igual que los otros 12 aserradores, recibirán incentivos económicos mensuales como pagos por servicios ambientales por parte de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Área de Manejo Especial La Macarena (Cormacarena), tras firmar el Pacto por la Conservación Alianza Sur-Meta, del cual también harán parte otros 50 aserradores, quienes también accederán a bonificaciones por cuidar los bosques.
Del acuerdo hacen parte el Ministerio de Ambiente, Cormacarena, la Gobernación del Meta, la Alcaldía de Puerto Concordia y 63 aserradores de la región, y en este serán invertidos más 2.000 millones de pesos.